Protección Civil de Carballiño hizo frente hace 4 meses de un incendio por primera vez sin disponer de un equipo de guardia. Este tenía lugar en Pazos de Arenteiro, en Boborás, en donde el fuego calcinó una casa deshabitada, pese a que hasta allí se desplazaron dos miembros del GES (Grupo de Emergencias Supramunicipal) de Avión y dos voluntarios de la agrupación carballiñesa. Esta perdió en torno a 15 minutos del tiempo de respuesta desde que se recibía la llamada del 112, a las 17,00 horas, y se contactaba con los 63 voluntarios a través de 'wathsapp', al mismo tiempo que se telefoneaba a dos de ellos que se sabía podían estar disponibles. Así lo narraba, el responsable de Protección Civil, Juan Miguez, quien aseguraba que "15 minutos é un tempo bestial na evolución de un incendio. Nese tempo pasa de ser unha fogata a arder toda unha habitación". Y es que una vez alertados, fueron esos dos voluntarios los que acudieron a la base desde sus casas, se equiparon adecuadamente y salieron para Pazos. Pero por suerte no hubo ningún herido, ni daños mayores.
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